La comunicación cifrada cuánticamente aplica principios de cifrado cuántico, aprovechando las redes 4G/5G de portadoras como medio portador. Utilizando una plataforma de servicio de seguridad cuántica y tarjetas de seguridad cuánticas, logra cifrado entre
Radio POCLlamadas.
La comunicación cifrada cuánticamente presenta dos características clave:
Primero, "una sesión, una clave": cada sesión de comunicación pasa por una negociación de claves, asegurando una clave única por sesión que expira tras su uso y nunca se reutiliza.
Segundo, la criptografía cuántica es "irrompible". Aprovecha las propiedades seguras de la física cuántica para generar claves verdaderamente aleatorias que protegen la información empresarial, haciendo inútiles los intentos de escucha y descifrado.
¿Qué es el cifrado cuántico?
El cifrado cuántico utiliza las propiedades de la física cuántica para realizar tareas de cifrado. Su aplicación más significativa y madura es la Distribución Cuántica de Claves (QKD).
QKD emplea fotones (las unidades de luz más pequeñas) como portadores de información para transmitir una secuencia binaria aleatoria (una cadena compuesta por 0s y 1s) entre partes que se comunican. Esta secuencia sirve como clave compartida necesaria para las comunicaciones posteriores de cifrado simétrico (como el AES).
QKD posee dos características críticas:
Primero, la secuencia binaria generada y transmitida por QKD es completamente aleatoria, y ninguna de las partes conoce su contenido específico. Solo después de comunicarse a través de un canal abierto (como teléfono o correo electrónico) pueden determinar qué bits formarán la clave compartida. Esto elimina los riesgos asociados a las claves pre-compartidas.
En segundo lugar, QKD aprovecha propiedades cuánticas de los fotones, como la incertidumbre y la no clonabilidad. Cualquier intento de terceros de escuchar o interferir con la transmisión de fotones alteraría el estado de los fotones. Tales alteraciones son detectables y pueden ser excluidas por las partes que se comunican. Esto garantiza que la transmisión permanezca libre de escuchas o manipulaciones.
Por lo tanto, QKD logra una distribución segura de claves incondicional: se basa únicamente en leyes físicas, no en supuestos matemáticos ni en complejidad computacional. Incluso si en el futuro surgen ordenadores o algoritmos más potentes, no pueden romper QKD.